domingo, 22 de noviembre de 2009

Acción Directa en Exactas

Estudiantes, graduados y docentes damos la lucha en contra de la LES y la CONEAU

Desde el Lunes 16/11 al Miércoles 18/11, estudiantes, docentes y graduados tuvimos una experiencia inédita en Exactas frente al autoritarismo y atropello de la burocracia oficialista. Ésta fue una medida de fuerza coordinada por la acción directa masiva de todos aquellos que queríamos frenar el avance mercantilista de la educación en la Facultad representado en la LES y la CONEAU.
En la sesión del Consejo Directivo del Lunes 16, por resolución de la Asamblea Interclaustros del Jueves 12 de noviembre, marchamos aproximadamente 100 compañeros exigiendo a Aliaga que frene toda acreditación en la Facultad hasta tanto se de una amplia difusión y debate al tema. La respuesta del oficialismo (aparte de calificar de "fantasmas" lo que estábamos denunciando) se sintetiza con una frase de Juan Pablo Paz, consejero directivo por el claustro de profesores, en la que sinceró que "nosotros manejamos la Facultad" (sic), negándose a dar la discusión sobre las acreditaciones (que apoyan abiertamente) y haciendo pie en la mayoría automática que tienen en el Consejo para cajonear el pedido.
Indignados tras la caradurez y la prepotencia expuesta, y luego de una Asamblea en las afueras del Consejo Directivo, decidimos dar por finalizada la sesión de éste. Acto seguido, llamamos a una nueva Asamblea a las 21 horas de ese mismo día para definir qué medida tomábamos. Pasando por cursos, y explicando el atropello que nuevamente sufrimos, logramos convocar a más de 200 compañeros a esta Asamblea, en la cual se decidió hacer una toma EFECTIVA del Decanato.

El oficialismo se pone histérico

El primer día de la toma se destacó por la organización que tuvimos, siempre pasando por cursos, abriendo el debate con estudiantes, y poniendo en boca de todos lo que el Decano nos negó. La toma en sí misma, y por ser una acción directa sin intermediarios, fue una medida de fuerza y de difusión, generadora de conciencia entre los estudiantes. Brillaba en ella la participación de muchos compañeros.
Asombrado por la medida, el oficialismo entró en un ataque de histeria el día Martes, llamando a una "Asamblea" por la mañana (en la cual el propio decano cerró la puerta en la cara a compañeros nuestros que iban a asistir). A las 15 horas, Aliaga y los suyos se congregaron en una manifestación en el Playón Central del Pabellón II, viniendo a provocarnos en persona. Luego de levantar varios cursos para que asistan a la misma, movilizar a la toda la casta docente (en conjunto con todo el séquito de lamebotas, trepadores, y demás) y a la burocracia no docente (la misma que golpeó estudiantes en el 2006), llamaron a traspasar nuestras barreras, con numerosos mails de los más exaltados y podridos profesores. Cabe mencionar que, junto a ellos, acudieron numerosos estudiantes y docentes presionados ya sea por sus profesores/jefes o bien debido a la desinformación reinante, ya que el oficialismo se desvivió por esconder las verdaderas razones de la toma.
Aliaga, mientras tanto, entraba como una rata a su oficina, rompiendo las puertas de emergencia que daban al área del sector administrativo ya que ni el ni su séquito pudieron con las barricadas que habíamos hecho en las puertas de los pasillos. Los estudiantes, lejos de amainar, redoblamos la apuesta y, en una Asamblea a las 18 horas de ese día Martes, reafirmamos la toma efectiva del área administrativa de la Facultad.
El oficialismo, henchido aún por la reconquista rastrera que efectuaron, no se esperaba que en la madrugada del Miércoles, en una acción coordinada por compañeros, retomásemos el ascensor del Decanato, por donde el decano y su séquito pensaban entrar y salir; volviendo así la Asamblea a tener control de todos los puntos de acceso, y haciendo nuevamente efectiva la toma, permitiéndoles siempre la salida. La vergüenza tuvo que ser admitida por el Decano, quien envió un mail aclarando que el área administrativa fue nuevamente tomada, aceptando así una nueva derrota política. Más aún, el día miércoles, en un intento de poner a padres y trabajadores del jardín en nuestra contra, ordenó levantar un acto programado para esa fecha. Sin embargo, fueron los mismos padres quienes luego, indignados, embistieron contra Aliaga.

La lucha no se termina

A pesar de que teníamos mucho a favor, como ser la cantidad de compañeros que se acercaron, el debate que pusimos en boca de todos, y la situación en la que pusimos al Decano, se decidió en Asamblea que la toma debía ser levantada. Creemos que fue un error el haberla levantado y hacemos la crítica a aquellas agrupaciones que desde un primer momento estuvieron en contra de la toma, sin proponer ninguna salida al respecto. Esto nos parece sumamente desmovilizante, y más cuando surge desde los mismos activistas, ya que se palpaba la indignación de los compañeros que se acercaron a las asambleas y las ganas de darle la pelea al autoritarismo del oficialismo.
Creemos que esta experiencia nos dejó importantes lecciones al movimiento estudiantil. En primer lugar, de cómo una acción directa no es contraria a la difusión y discusión (como constantemente se repitió desde ciertas agrupaciones), sino que muy por el contrario, también actúa en ese sentido generando conciencia entre más y más compañeros. Ejemplo de esto fueron las pasadas por cursos, donde se debatió muchísimo, ya que incluso los profesores aliados a la gestión tuvieron que salir a dar la cara al estar contra la espada y la pared. En la misma toma, entre compañeros el debate era la constante. Si la toma no hubiese existido, no hubiéramos logrado poner sobre la mesa el debate sobre las acreditaciones, que es lo que Aliaga quiso evitar por todos los medios. Continuando la medida hubiéramos quedado en aun mejor posición para ganar nuestras reivindicaciones, jaqueando a las autoridades que hoy manejan la facultad a su antojo. Debemos notar que, apenas levantada la toma, desde los departamentos de Computación y Geología se salió públicamente a defender las acreditaciones de sendas carreras.
En segundo lugar, nos dejó marcado el camino de cuál es el método organizativo que se debe dar el movimiento estudiantil en lucha: LA ASAMBLEA, como así también cual es la forma de generar conciencia y participación, LA ACCION DIRECTA. Una vez más, vimos que no se puede esperar nada de las instituciones que supuestamente nos representan, pero que no dudan en arrogarse el poder y decisión sobre todos los que queremos ejercer directamente nuestro derecho sobre el destino de la educación pública.
El método asambleario ha sido ejemplar en este proceso. Se llamaron aproximadamente 2 asambleas por día, en las cuales definíamos las medidas a seguir, organizando desde las consignas a levantar hasta la seguridad de la toma. Cabe remarcar la forma ordenada en que se desarrollaron estas asambleas, con la participación de numerosos compañeros proponiendo un hacer constante.
En tercer lugar, se demostró que efectivamente tenemos la fuerza para jaquear a las autoridades. Tenemos la fuerza y el compromiso, cosa que se vio cuando éramos 120 compañeros en los cordones defendiendo la toma, frente al séquito de burócratas de la contramarcha, que al poco tiempo de iniciada se desperdigó, carente de convicción alguna más que la de mantener su sillón bien afianzado. Aún frente a las patoteadas y provocaciones, nos mantuvimos serenos y firmes. En ese sentido, seguimos la línea iniciada el año pasado en la lucha en contra de la transferencia del Konabot, otro emblema de la mercantilización de la educación, que fue una victoria para el movimiento estudiantil.
Compañeros, que esta experiencia sea el norte que oriente la construcción de un movimiento estudiantil en lucha, bajo la bandera de la Acción Directa Asamblearia que nos demostró el poder de movilización que poseemos. Si bien éramos muchos durante la toma y las asambleas, tenemos que ser muchos más. Por eso esto no termina todavía. No solo tenemos que exigir a las autoridades el espacio para debatir entre estudiantes y docentes las acreditaciones, sino decidir en conjunto medidas que hagan efectivo nuestro rechazo frente a este avance sobre la educación pública. Nosotros creemos firmemente en que el único camino para detener las acreditaciones es la movilización de estudiantes, docentes y graduados. El debate nos permite sumar más compañeros a la lucha, pero es la acción directa la herramienta más valiosa con la que contamos para oponernos al autoritarismo, como ya fue demostrado durante la semana de la toma.

¡A no aflojar! ¡No bajemos los brazos! ¡Siempre en la lucha!




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